LA RUEDA DE LA
CONTAMINACIÓN
La pandemia ha reducido la contaminación en España durante 2020. Sin embargo, la emisión de CO2 de los transportes ha aumentado y es el segundo año con mayor temperatura global registrada
Vídeo: Iago Castro
Las restricciones debido a la COVID-19 han transformado el modelo de movilidad. España está pasando de un modelo con transportes sostenibles a otro caracterizado por los desplazamientos a pie y con el vehículo personal. El sector transportes es el tercero que más dióxido de carbono (CO2) produce. Sin embargo, el primer proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética plantea una única medida para frenar la emisión de CO2 de los tranportes: alcanzar una 'movilidad sin emisiones' para 2050. Para ello, fomentará los 'turismos y vehículos comerciales ligeros sin emisiones directas de CO2'.
La emisión de este gas es el más peligroso y está en aumento. De hecho, su emisión ha aumentado en España un 56% en 2019 respecto a 1990, según los últimos datos oficiales. La gran cantidad de CO2 es principal el causante del calentamiento global, el cual repercute en el bienestar del planeta y de sus habitantes. Algunas consecuencias son la alteración de las precipitaciones y el empeoramiento de la salud de las personas. España está reduciendo la emisión de la mayoría de los gases de efecto invernadero, a excepción del dióxido de carbono.
El transporte produce el 17% de las emisiones de CO2 en España. Solo los hogares y el suministro de energía eléctrica, gas, vapor y aire acondicionado lo superan, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística (INE). Sin embargo, es el sector en el que más rápido está aumentando la producción de CO2 desde 2015.
La emisión excesiva de CO2 es la principal causa del calentamiento global, según Pedro García, químico experto en tecnologías del medio ambiente. Este componente es un gas de efecto invernadero cuya función natural es absorber la radiación solar. Sin embargo, cuando se concentra en grandes cantidades, absorbe más radiación, lo que aumenta la temperatura de la atmósfera y de la superficie terrestre.
El incremento global de la temperatura desencadena unos efectos asociados al cambio climático, aclara el químico. Por ejemplo, la variación puntual de la temperatura o una mayor frecuencia de lluvias, tormentas y tornados. En la actualidad, se están presenciando estos fenómenos en diversas partes de la Tierra que, a su vez, influyen en la salud de las personas y la extinción de otras especies.
La amenaza que suponen las emisiones de carbono han llevado al Gobierno de España a incluir la descarbonización de los transportes dentro de los programas para controlar la contaminación. La descarbonización es un ‘proceso de reducción de emisiones de carbono, sobre todo de dióxido de carbono, a la atmósfera’, define Iberdrola. En este sentido, se centran en los gases directamente nocivos para la salud sin incluir al CO2, aunque repercute en el medio ambiente de manera irreversible. Esto, a su vez, afecta a la salud de las personas a largo plazo.
Fotografía: Yolanda Fernández
El uso de los transportes colectivos en España se ha reducido a la mitad durante 2020 con respecto a los datos del año anterior, de acuerdo con el INE. Se trata de un descenso provocado principalmente por las restricciones de la movilidad debido a la pandemia de la COVID-19. El transporte público es el más afectado, ya que su uso se ha reducido de forma considerable. Sobre todo, el autobús, el medio más usado antes de la pandemia.
Por otro lado, los ciudadanos recurren más al vehículo personal a la hora de hacer ‘desplazamientos obligados’ como ir al trabajo, aunque han reducido su uso ligeramente. En definitiva, las restricciones han desembocado en ‘un cambio del modelo de movilidad’. España va a pasar de un modelo más intenso con el ‘predominio de medios de transporte sostenibles’, principalmente a pie y en medios de transporte públicos, a uno con menos movilidad, afirma el experto.
‘El vehículo particular ha adquirido un papel protagonista, aunque también por detrás de los desplazamientos caminando’
pedro garcía
Fotografía: Yolanda Fernández
España ha fomentado en los últimos años la implantación de autobuses urbanos ‘sostenibles’. No obstante, muchos de ellos funcionan con gas, lo que García advierte que no siempre es sinónimo de sostenibilidad. Aquellos que emplean gas natural producen ‘CO2, exactamente igual’, ya que se obtiene de perforaciones. Solo se puede hablar de autobuses sostenibles cuando sean totalmente eléctricos o el gas provenga de procesos de producción con materia renovable.
Volviendo a las emisiones de CO2 de los transportes convencionales, en España se aprecia un incremento aproximado de 6,3 puntos entre 2015 y 2019. Por otro lado, el número de usuarios aumentó en medio millón durante dicho periodo. No obstante, a causa de la COVID-19, el uso de los transportes se ha reducido a casi la mitad en 2020 y durante los dos primeros meses de 2021 en comparación con el curso anterior.
Además, la pandemia también ha provocado que se hayan pospuesto la aplicación de las medidas de fomento del transporte público y la descarbonización. Es el caso del Plan Nacional de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030, que se suspendió en 2020 debido a la declaración del estado de alarma.
Un informe de Ecologistas en Acción sobre los cambios en el uso del transporte público por la pandemia considera la necesidad de reforzar las medidas sanitarias del transporte público para fomentar su utilización. Propone dejar asientos libres entre pasajeros, así como intensificar la desinfección y la ventilación. Como consecuencia, muchos españoles prefieren desplazarse en automóviles privados para mantener la distancia social, lo genera mayor cantidad de gases de efecto invernadero, concluye Pedro García.
En la actualidad, existen campañas enfocadas a promover los transportes sostenibles. Algunas de ellas se centran en concienciar para reducir el número de viajes cortos en avión, siempre que sea posible recurrir a otros transportes.
García rechaza usar el avión cuando se dispone de tren, un medio que consume poca energía y emite mucho menos CO2 por pasajero. Para él, el tren es una opción sostenible, sobre todo ahora que la red de tren de alta velocidad llega a casi toda la península.
El fomento de los automóviles eléctricos es otra de las medidas del Gobierno para cumplir con los objetivos de la Agenda 2030 en materia de protección del medioambiente. No obstante, España se sitúa por debajo de la media europea en cuanto al fomento de los transportes eléctricos, tal y como señala el Barómetro. La lenta evolución de España en esta materia se refleja sobre todo en los puntos de recarga. En total hay 8.500, aunque solo 4 de cada 1.000 tienen la potencia suficiente para que el tiempo de repostaje sea similar al de un vehículo con motor a combustión. Es decir, alrededor de diez o quince minutos, lo más rápido en España.
Fotografías: Yolanda Fernández
‘Lo que hay que hacer es optimizar el uso de los transportes y usar medios más eficientes’
PEDRO GARCÍA
Fotografía: Yolanda Fernández
Más allá de las decisiones políticas, es complejo transformar el sistema actual. García confía en la concienciación para adquirir hábitos sostenibles, principalmente de los niños y jóvenes, ya que son los hijos quienes muchas veces conciencian a sus familias. ‘La gente llega a una edad en la que es muy difícil cambiar los hábitos’, estima. El experto tampoco descarta los cambios radicales. Pone como ejemplo la prohibición de fumar en los bares, una medida que, a pesar de la controversia, ha sido eficaz. Del mismo modo, afirma que es posible dejar atrás las energías no renovables.
El 46% de la generación eléctrica peninsular proviene de fuentes renovables, según un informe. ‘Todo ha evolucionado’, afirma Pedro García. Además, los sistemas renovables están mejorando su tecnología para reducir su impacto sobre el medio ambiente y el paisaje. Un ejemplo de ello son los diseños cada vez más innovadores de los aerogeneradores, con aspas más pequeñas o sistemas distintos como el de la empresa española Innowind, el Sistema Eólico Morcillo.
‘Si la vida en el planeta se va a mantener durante una serie de años, llegará un momento en el que no podamos depender de las energías fósiles cuando se agoten’
PEDRO GARCÍA
Fotografía: Yolanda Fernández